lunes, 12 de diciembre de 2011

EJERCICIO WORD 02 (MENU INICIO-FUENTE Y PÁRRAFO)


Reglas para organizarse.
Le presentamos cuatro sencillas claves que le ayjudarán a sacar mayor rendimiento a las horas del día:
1. Deje de hacer cosas innecesarias.
De todas las cosas que debemos hacer en un día, aquello que no es importante ni urgente, acaba siendo una pérdida de tiempo y, por tanto, deberíamos dejar de hacerlas. Anahhlice a qué actividades dedica su tiempo a lo largo de un día normal de trabajo y si podría dedicarlo a actividades más importantes.  
Deberíamos dedicar la mayor parte de nuestro tiempo a realizar tareas productivas que nos reporten un alto rendimiento, es decir, a tareas planificadas, importantes pero no urgentes.
Otra parte de nuestro tiempo se dedica a compromisos ineludsibles, actividades importantes y que no se pueden posponer: reuniones imprevistas, visitas inesperadas, etc.
Por desgracia, en todos los empleos existen los conocidos “gajes del oficio”: las crisis, los apaga fuegos, las fechas límites. Parte del tiempo que se dedica a los gajes del oficio podría haberse dedicado a otras actividades más productivas si se hubiera realizado una buena plllanificación. En este caso nos encontramos realizando actividades urgentes pero que carecían de importancia antes de convertirse en urgentes. 
En una situación ideal deberíamos dedicar el 50% de nuestro tiempo a tareas productivas e importantes, tanto en lo profesional como en lo personal.
2. Delegue.
Este epígrafe es un clásico en cualquier manual de gestión del tiempo. Delegar es difícil. Unas veces pordd exceso de celo (creemos que nadie podrá hacer el trabajo tan bien como nosotros mismos), otras por mala planificación (falta de tiempo para enseñar a otro cómo realizar la tarea que debemos delegar), lo cierto es que nos resulta difícil delegar tareas o funciones.
Los problemas surgen cuando, por no delegar, disponemos de menos tiempo para realizar otras actividades más importantes o bien terminamos delegando tareas cuya responsabilidad es exclusivamente nuestra.
3. Analice y luego actúe.
Es frecuente ante un exceso de trabajo lanzarse a realizar las tareas sin haber analizado previamente la situación. Estos retrasos se podrían haber evitado dedicando algo de tiempo a planificar la tarea. Como dijo Abraham Lincoln: “Si dispusiera de ocho horas para cortar un árbol, emplearía seis en afilar el hacha”.
4. Si no quiere perder su tiempo noj se lo haga perder a otras personas.
-Siempre que pueda, planifique sus reuniones para que todos sepan cuáles serán los temas a tratar y puedan prepararlos con antelación.
-Aprenda a dirigir reunbiones para que no se conviertan en un interminable debate.
-Practique la puntualidad. Ni siendo el jefe se puede excusar tener a los demás esperándole. Para evitarlo, planifique. La falta de tiempo no puede convertirse en la excusa para hacer perder el tiempo a los demás.