viernes, 19 de noviembre de 2010

Ejercicio W04, PADRES (FUENTE, PARRAFO)



Padres, hijos y profesores

El domingo 14 de noviembre leí, entre razonablemente impactado y dolorosamente aburrido, lo descrito en el reeportaje sobre padres desbordados por sus hijos. El impacto es el resultado de la inquietante quiebra y desarrollo de una de las inquietudes más importantes de la sociedad, que aboca a situaciones aberrantes. La familia parece estar en entredicho o, por lo menoos, los papeles a repartir dentro de su seno.
Nadie atina a dar las claves del problema, aunquee muchos lo sufren abnegada y calladamente.
En esta segunda orilla, quizás la que menor simpatía despierta, se encuentra la labor del profesor, que debe atender a tantos aspectos de la vida de un adolescente, y no solamente el académico y escolar, que llega a sucumbir en el esfuerzo. En muchas ocasiones se nos presentaa un padre y, abiertamente, nos confiesa que no puede con su hijo y que no sabe que haceer con él, en la esperanza de hallar un remedio en la instancia docente.
Por desgracifga, el profesor, apaarte de carecer de la preparacion necesaria para responder a esfgtos desafíos, que le exceden con mucho, se ve así envuelto en una vorágine familiagfr ajena a sus cometidos.No es de extrañar el altísimo iíndice de estrés y ansiedad en estos profesionales.
El aburrimienfgto proviene de la constatación de que algo falla en el entramado educativo. No es justo, ni pertinente, que un docente intente reparar algoo roto en origen, cual es la salud familiar social. Creeo llegada a la hora en que, con sensateez y seriedad, sean abordados los perfiles actuafgción de un docente con respecto a estas y otras problemáticas afifgnes.

La nueva ordenación educativa, preñada de una pedagogía utópica, ciertamente más que aliviar las tensiones produce efecto contrario, al estas diseñada para un entorno imaginario. En último termino, nadie esta legitimado a solicitar y, en menor medida, exigir de un profesor heroicidades dentro y fuera del aula.